viernes, 11 de febrero de 2011

Diseño de Volante

El diseño de volantes (o flyers) se utiliza para dar a conocer los
productos, servicios o eventos de una empresa.
Su función es, generalmente, publicitaria.
Un volante publicitario debe captar rápidamente la atención.
Para lograr captar la atención, se recomienda una frase llamativa,
recordable, breve y simple, que atraiga a los destinatarios y los haga guardar
el flyer.
El primer paso para el diseño de un volante consiste en definir el mensaje
que la empresa quiere expresar a través de estas piezas. El mensaje es la idea
general y básica con la que una compañía quiere que el público la identifique. Es
un concepto al que llega el diseñador luego de investigar sobre la empresa y
sus necesidades de comunicación.
Además, es necesario que el mensaje cumpla con los objetivos del volante,
que también deben de estar fijados con claridad: venta, promoción, lanzamiento
de productos, difusión de novedades, presentación institucional, etc. El mensaje
es la idea que rige el diseño del flyer, tanto en sus elementos gráficos como
textuales.
Debido al pequeño espacio que suelen tener los volantes, solo se ofrece información
básica: nombre institucional, productos y servicios, precios, descuentos,
novedades y datos de contacto.
Además del mensaje, es muy importante que el diseñador estudie en detalle el
tipo de público al que apunta la empresa para la que debe diseñar el volante. Tiene
que considerar especialmente variables tales como el género, la edad, la
pertenencia sociocultural, la profesión y el nivel de educación. Considerando estos
aspectos podrá optar por los componentes visuales y verbales más adecuados a
los receptores.
Los volantes tienen una fuerte función informativa y comercial, por lo que
el texto es en ellos un elemento central. Debe ser al mismo tiempo atractivo,
claro, informativo, convincente y sintético. Cada palabra elegida tiene que
representar la filosofía corporativa.
Un texto eficaz es simplificado, usa un lenguaje, claro, se dirige al
destinatario y emplea un determinado grado de formalidad.
Dentro del diseño de volantes, un punto clave es elegir las tipografías que faciliten la lectura del texto sobre una empresa. Lo mejor es optar por las fuentes clásicas, tales como Times, Bodoni, o Helvética, dado que se leen ala perfección en todos los tamaños y se adaptan a las necesidades del estilo de todas las empresas. Por el contrario, las tipografías, aunque llamativas en su forma, resultan confusas.
En el diseño de un volante es fundamental que los elementos gráficos, es
decir, formas, líneas, colores, tipografías, fotografías, ilustraciones, marcos
y sombreados, representen el estilo de la empresa en cuestión y enfaticen el
mensaje verbal. Si los componentes visuales logran armonizarse con los verbales
entonces la identidad corporativa se consolidará en la mente del público
destinatario. El diseñador gráfico se encargara de seleccionar un número de
componentes visuales, para evitar la saturación.
Cuando el presupuesto del cliente lo permite, o las necesidades en relación al
contenido a transmitir lo determinan, puede realizarse el diseño de volantes
doble faz. Para llamar la atención de los receptores de un volante doble faz
hay que diseñar una cara frontal sumamente atractiva. Esta debe incluir una
frase clara y apelativa, el nombre de la empresa, el logo corporativo, imágenes
pertinentes y llamativas, colores vivos que destaquen la información y formas
sugerentes. El reverso suele diseñarse a una tinta. Allí se presenta la información
de contacto y cualquier otro dato extra. Lo fundamental es que haya unidad gráfica
y verbal entre las dos caras de un volante.

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